lunes, 9 de mayo de 2011

IDENTIDADES PERDIDAS (I)

Edición electrónica, documentación, catálogo, y estudio del archivo
fotográfico de D. Bienvenido Vega. Sierra de Francia. Años 1962-1968.

Florencio Maíllo, 2006





1237. Amador López Gómez y sus abuelos Filomena Cerezo de la Iglesia y Amador Gómez Alonso
en Villanueva del Conde, el 20 de agosto de 1964.




INTRODUCCIÓN


Bienvenido Vega fue un fotógrafo ambulante que desarrolla su actividad en los años sesenta, especializado en el documento gráfico de encargo, un género fotográfico volcado en dejar memoria de las personas y de todos los acontecimientos sociales que tenían como marco la vida rural en la pequeña comarca salmantina de la Sierra de Francia, justo en un momento muy singular de su devenir, puesto que coincide con el inicio del fenómeno de éxodo rural históricamente más determinante padecido por la misma, hasta tal punto que en el período abordado el propio fotógrafo emigra durante dos años a Cataluña, 1965 y 1966, para posteriormente, ya a finales del año 1968, establecerse definitivamente en Salamanca. De este modo, también el testigo privilegiado de la alteración radical de aquel pequeño núcleo cultural arcaico se ve involucrado en el proceso que con tanta precisión alcanzó a documentar. 

El archivo fotográfico de Bienvenido Vega se constituyó en unos años particularmente significativos en los procesos de cambio y transformación de las sociedades rurales españolas, más especialmente sufridos en estas zonas situadas en un muy precario Oeste peninsular. El corpus reunido, en realidad, se puede leer, sobre todo, como un importante archivo de la emigración, lo que equivale a decir de la fragmentación y desaparición de la cohesión antigua de un muy particular grupo social. Ello nos permite comprender mejor la génesis del despoblamiento sucedido en la Sierra de Francia, fundamentalmente en el transcurso de la década de los sesenta y que se prolonga hasta nuestros días. Advertimos cómo en el origen del éxodo se solapan dos hechos absolutamente distintos, uno interno y otro externo, y, como resultado de su combinación lateral, se desencadenan los resultados tan negativos para la pervivencia de aquella zona singular en la geografía de España. Se trata de una autentica desbandada humana hacia el exterior, que resume la necesidad de respiro larvada en una gran parte de sus habitantes, los cuales habían sufrido en exceso el atraso ancestral al que históricamente quedaron sometidos sobre todo por la naturaleza extraradical, periférica, de su asentamiento de origen.
Observamos que otra de las consecuencias derivada de la emigración es el derrumbe de los sistemas de producción tradicionales serranos, y, como derivación, el impacto fuertemente pernicioso en el entorno natural y cultural. De modo que su mantenimiento y supervivencia se encuentra fuera de todo control tras el generalizado despoblamiento y abandono al que se vio condenada la comarca en los años que vamos a estudiar.
En este sentido, Bienvenido Vega se convierte en aquel tiempo en el testigo privilegiado de un proceso rápido de cambio social en un medio particularmente conservador y anclado en antiguas costumbres. Sin embargo, nuestro fotógrafo deja al margen peculiaridades antropológicas y gustos más o menos folklóricos relacionados con el tipismo de las labores agrarias (que habían llamado siempre la atención en esta zona), para orientarse abiertamente, en cambio, a mostrar cómo impacta lo nuevo dentro de esta sociedad antigua y patriarcal.

La fotografía de este autor singular recoge pues las vivencias de un espacio geográfico, relacionándolas con el cambio y con la transformación vertiginosa que en ese momento empezaba a sacudir la geografía rural española, con una especial intensidad en la provincia de Salamanca, y en particular en la comarca de la  Sierra de Francia.  Podríamos hablar, por tanto, de un archivo antropológico capaz de registrar la evolución de una sociedad rural, erigiendo ante la cámara a quienes fueron sus protagonistas destacados. Bienvenido Vega, con su continuada labor silenciosa como fotógrafo comarcal, fue registrando los avatares minuciosos de la vida de estas pequeñas colectividades, sumidas en una dolorosa transformación social y cultural como consecuencia de la gran emigración que padecían y la metamorfosis y destrucción acelerada de su pequeño mundo. Sus fotografías se convierten en auténticos documentos sociales, susceptibles de ser habilitadas como artefactos de análisis cultural como ningunas otras realizadas en aquel escenario, lo que cobra a nuestra mirada un signo dramático.   
El archivo queda integrado por  2974 fotografías de las cuales 2778 son negativos, 2733 son fotografías en blanco y negro, y las restantes 45 en color. Para el corpus hemos recuperado 196 copias en blanco y negro, supliendo a los negativos originales desaparecidos, pues entendemos que su aportación al conjunto general era importante. En cuanto a los lugares de realización, debemos especificar que 1571 fueron plasmadas en el pueblo natal de Bienvenido Vega, Sequeros; otras 889 en Villanueva del Conde, repartiéndose el resto entre las siguientes localidades: 88 en Casas del Conde, 70 en Mogarraz, 70 en Monforte de la Sierra, 50 San Martín del Castañar, 24 en Nava de Francia, y el resto en Miranda del Castañar, Cepeda y otros escenarios.
El interés y la originalidad que creemos posee este archivo, milagrosamente rescatado de una destrucción y de un olvido seguro y llegado a nuestras manos por puro azar, es excepcional en unos momentos históricos como los actuales, que se caracterizan por la puesta en valor e intento de recuperación de las memorias personales y de las identidades territoriales.  Bienvenido Vega aborda en sus fotografías un variado repertorio temático, dando cuenta de la riqueza de posibilidades expresivas que en ese momento concurren en una pequeña sociedad, en cierto modo todavía ajena al devenir inmediato y al conjunto de cambios sociales que se apuntaban ya en el horizonte de aquellos años sesenta, tan decisivos para la modernización y normalización del país. Ante los ojos de un espectador de nuestro tiempo, el material que ofrecemos pone en evidencia que el proceso de transformación y modernización en aquella pequeña sociedad rural había comenzado a ser vertiginoso e irreversible. Bienvenido Vega es el testigo de excepción de este pequeño gran acontecimiento.
 En este corpus estudiado, la figura humana es, en esencia, el punto de mira del objetivo fotográfico de Bienvenido Vega, confiriéndole a este trabajo un sesgo fundamentalmente antropológico: los retratos de familia o individuales para carnet y pasaporte, bautizos, las primeras comuniones y bodas, o las mismas fiestas con sus procesiones y bailes, así como un variado registro de acontecimientos sociopolíticos de naturaleza local y provincial que integran esta mirada total, son la expresión de la pequeña comunidad ancestral que vive en un medio geográfico que por su cercanía a otras zonas míticas del aislamiento nacional del medio rural (Las Hurdes) se presenta como prácticamente un “medio estanco”, o, en todo caso, como un espacio alejado de los parámetros del desarrollo industrial o urbano al que queda casi dictatorialmente abocada la realidad económica española en aquellos años.
La acotación espacial y temporal de las imágenes, junto a la mirada “objetiva” del fotógrafo, hacen de este archivo un documento social absolutamente imprescindible para el estudio de la comarca salmantina de la Sierra de Francia, y aun para los procesos generales de despoblación, emigración y transformación del mundo rural peninsular. Considero que este archivo ofrece una mirada única sobre un espacio social, al tiempo que también sobre un medio geográfico de un interés sobresaliente para documentar estas sociedades, en la actualidad transformadas y en buena medida por otra parte desaparecidas por falta de recursos propios y de energías interiores que pudieran asegurar su mundo de valores, todo lo cual Bienvenido Vega va a plasmar con tanta intensidad en sus fotografías.


La consolidación de un archivo

Entre las operaciones materializadas en el transcurso del desarrollo de esta investigación, la más acuciante fue la del archivado del material original. En este sentido fueron diseñadas una serie de estrategias con el objetivo de estabilizar su conservación y asegurar su pervivencia, facilitando su manejo y posterior estudio, ubicando este material en el soporte y medio electrónico, único que en este momento nos asegura su supervivencia prácticamente intemporal y la posibilidad de consulta universal, una vez que queda transferido a la red electrónica de información y comunicación. Las primeras decisiones tuvieron así que ver con los negativos que debieron ser limpiados, archivados de modo material y posteriormente digitalizados, para evitar el manejo del original.
Posteriormente se pasó a la segunda fase fundamentada en la documentación. Se ha partido de la base de la individualización de cada documento gráfico, estableciendo el criterio de un tratamiento homogéneo para todos y cada uno de los ítems que en el corpus concurren. Esta filosofía de procedimiento nos condujo a intentar documentar lo más verídicamente posible la información que transmite cada imagen.
Con esta orientación diseñamos una ficha de análisis documental capaz de recoger las particularidades del archivo en cuestión, definiendo finalmente veinticinco “campos” donde fueron volcados los datos referidos a cada documento fotográfico. Para realizar el documento electrónico fue elegida la Aplicación Microsoft Office Access, por las compatibilidades que nos ofrece en el sentido de que la información en ella guardada pueda ser transferida con posterioridad a cualquier otra base de datos.
Los datos que dan cuerpo a la ficha de análisis documental fueron obtenidos a través de diferentes medios; unos procedieron del visionado del material motivo de estudio, refiriéndose en este caso a las características físicas y visuales de éstos;  en cambio otras informaciones surgieron tras el trabajo de campo; y finalmente en algunos casos la documentación se completó con la incorporación de indagaciones procedentes de fuentes impresas  consultadas.
La génesis de esta investigación es un trabajo de campo efectuado en los escenarios donde nuestro fotógrafo realizó su labor en las fechas señaladas, de modo que las principales fuentes de investigación están concentradas en los municipios relacionados con la obra de Bienvenido Vega, poblaciones situadas en la comarca de la Sierra de Francia. Paralelamente, en relación a las mismas, hemos efectuado entrevistas y consultas a varios protagonistas fuera de los escenarios originales persiguiendo en todo momento el objetivo obsesivo de fijar sus identidades fantasmáticas y concederles una biografía a sus cuerpos hasta el momento anónimos. Además, hemos practicado búsquedas en la hemeroteca de la Universidad de Salamanca, vaciando los testimonios relativos a la Sierra de Francia concernientes al período estudiado y reflejados en los dos periódicos de tirada provincial vigentes en la década de los años sesenta: El Adelanto y La Gaceta Regional. Creemos que esta información conseguida es de primer orden, debido a que responde a un discurso paralelo día a día al de nuestro protagonista.
En los últimos años, desde instancias académicas y también desde las entidades políticas e intelectuales interesadas en cuestiones de identidad territorial y deseosas de estabilizar las memorias y los patrimonios culturales a riesgo de perderse o de caer en el olvido, se está potenciando el estudio y archivo de toda clase de documentos que puedan suponer un testimonio para la historia. Dentro de esta mentalidad de conservación y archivo el documentalismo gráfico constituye una pieza esencial. Y, en efecto, se han celebrado recientemente muestras y exposiciones parciales que atestiguan el interés por este singular trabajo que tan explícitamente sacan a colación las condiciones históricas de las comunidades y de los sujetos.
Sin embargo, este interés rara vez (en nuestro conocimiento: ninguna vez) ha alcanzado o tenido la pretensión de análisis total, de archivación completa y puesta en disposición en el espacio electrónico tan ambicioso y exhaustivo como el que ahora presentamos. Este es el núcleo y razón de ser última de nuestro trabajo, que tenía así un rango utópico en su proyección primera.
Ha sido nuestra intención final elaborar un documento científico que sirva como instrumento al servicio de la comunidad, y que aporta un haz de luz en el campo de la “microhistoria”, particularizado en la comarca salmantina de la Sierra de Francia, lugar de nuestro nacimiento al que ahora devolvemos algo de lo que nos concedió.
Presagiamos que este tipo de estudios específicos que abordan temáticas aparentemente marginales tomarán gran importancia en el futuro. Existen infinidad de ejemplos en la historia que nos lo certifica, es el caso del Atlas Geográfico de España (1804)  producido por Tomás López, o, ¿qué decir del magnífico catálogo confeccionado por Pascual Madoz, El Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España, editado en 1850 en Madrid? Estos dos pioneros catálogos históricos supusieron el acervo documental más completo que tenemos de la geografía humana y económica de la España salida del Antiguo Régimen. Poseemos, y ya teniendo como referente el mismo ámbito en el cual se desarrolla el estudio de esta tesis, el libro de Rafael González Martín, Geografía físico-descriptiva del partido de Sequeros (provincia de Salamanca), reeditado por la Diputación de Salamanca en 2001, magnífica obra impresa en Salamanca en 1886, que recoge la descripción pormenorizada con datos objetivos acopiados directamente en los municipios del partido, convirtiéndose este catálogo en una referencia para el estudio del pasado de la comarca de la Sierra de Francia. En este mismo sentido se sitúa El Diccionario Geográfico de España, editado en 1956 por Prensa Gráfica S.A en Madrid, con introducción de Rafael Sánchez Mazas, que recoge una extraordinaria catalogación llevada a cabo por los mejores intelectuales repartidos por la geografía española, escapando a la censura de la época. Destacamos dentro de esta obra un trabajo del que nos sentimos herederos, el confeccionado por dos corresponsales del proyecto de la zona: José Benito Moreiro Sánchez, secretario del Ayuntamiento de Sequeros, quien años más tarde, ya en los años sesenta, ocupó el mismo puesto en Villanueva del Conde; y la extraordinaria descripción que sobre Villanueva del Conde realizó el maestro nacional del municipio durante buena parte de su vida, Ginés Criado González. Ambos han sido fotografiados por Bienvenido Vega.
Hemos procurado alejarnos de todo subjetivismo en el proceso de documentación del archivo de Bienvenido Vega desarrollado en esta tesis, enfrentándonos al estudio del mismo con los instrumentos del rigor documental, por otra parte instrumentos técnicos de la gran historia. Es así como el corpus adquiere el valor de proyección cara al futuro que nosotros deseamos, porque ha sido apoyado en todo momento en componentes objetivos, siendo los soportes documentales los que sostienen la veracidad del trabajo.
Es cierto que en todo momento hemos querido ofrecer una aportación que sirva de ejemplo y ayuda a futuras investigaciones, de cuyo sentido y orientación no podemos dar cuenta. Nosotros mismos hemos reabierto en algunas ocasiones el corpus para formular un análisis de mayor profundidad, como así sucede en la archivación del anexo con un repertorio documental digitalizado de los originales utilizados en el proceso de documentación y estudio del archivo fotográfico. Se trata de fuentes específicas consultadas en relación al mismo, como lo son las 2974 fotografías motivo de estudio; los documentos personales del autor que se relacionan con el período del estudio; las fotografías de Bienvenido Vega publicadas, incluyendo aquellas que se escapan al periodo abordado; las noticias de la prensa salmantina correspondientes a los dos diarios de tirada provincial existentes en los años sesenta en lo relativo a noticias y reseñas vinculadas con la Sierra de Francia, tratándose éstos de 225 documentos del Adelanto y 79 de  La Gaceta Regional. Así mismo, también fueron digitalizados e incorporados en la tesis en soporte electrónico los registros del archivo municipal de Villanueva del Conde relativos a las 1.026 actas de nacimiento desde el año 1925 hasta 1968, y las 309 actas de matrimonio desde el año 1936 hasta 1978, usados en el estudio específico sobre las personas fotografiadas por Bienvenido Vega en el citado enclave.
No deseo finalizar esta introducción sin por último conceptuar este trabajo con un interés que va más allá de la sociología, de la política, de la geografía, de la estadística y el destino que ha incidido en la vida de una pequeña comunidad rural, pionera tal vez en el camino tempranamente emprendido de la desaparición. Las tres mil fotografías componen una galería de vidas y un catálogo de rostros y cuerpos irrepetibles que el tiempo ha modificado o hecho desaparecer para siempre. Quisiera en consecuencia pensar –y deseo hacerlo- que, más allá de la tecnología de última hora empleada en la fijación de esta memoria, subsiste un núcleo que ha animado su recuperación y que en razón de su poderoso aliento la hará en sí misma valiosa y testimonial de lo que puede conseguir un esfuerzo.
Quiero decir que esta investigación esta movilizada interiormente por un impulso poético, del que no debo ni puedo dar cuenta pero del que espero prenda en el ánimo de quien se acerque a este archivo de identidades, de las que en algún sentido se puede ya decir que han sido recuperadas y salvaguardadas para la memoria histórica.




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